En este extracto del capítulo 18 de PITIA, puede adivinarse cómo el autor ahonda en el tema de los prejuicios y sus consecuencias.
CAPÍTULO 18: “Estaba completamente concentrado pensando en lo que había ocurrido, durante unos largos segundos. empezaba a sentir dolorosamente en su fuero interno que quizá se había equivocado, aunque tuviera motivos racionales para haber dudado”.
¡Cuánta pelea me traigo con mis amigos metafísicos!. NO JUZGAR. Pero esto, ¿es posible?, pregunto constantemente a mis compañeros y mis “maestros”. Cuánto menos, difícil, pero no IMPOSIBLE.
Pongámonos la meta de hacerlo cada vez menos. Borremos de nuestra mente ese pensamiento negativo sobre la vecina, el compañero de trabajo, el amigo, alguien de la familia. Justifiquemos sus actos como parte del aprendizaje por el que ha de pasar para madurar y adquirir experiencia y por tanto, para APRENDER qué es la vida.
Y ¿cómo podemos lograrlo?. Practicando un poco más la AUTOCRÍTICA. Eso nos llevará a descubrir “de verdad”, que NADIE es perfecto. Que somos hijos de nuestro padre y de nuestra madre y por tanto diferentes. Que podemos equivocarnos, porque no siempre conocemos los motivos o las razones que ha tenido esa persona para actuar o ser de aquella manera.
Juzgar negativamente causa dolor y donde hay dolor, no puede haber amor. Nos perdemos muchas cosas si no amamos. Si queremos que las cosas cambien, tenemos que cambiar nosotros. Cambiemos la manera de “mirar” y veremos qué sucede. No es magia, es puro comportamiento humano. Ama y te amarán, juzga y te juzgarán.
Merece la pena acallar los pensamientos un momento y escuchar a nuestro corazón. Apartar la lógica y conectar con el mundo de las emociones. Entonces la crítica dará paso a la compasión y ésta a su vez a la comprensión. Nos pondremos los zapatos del otro y asumiremos sus actos sin juzgarlos. Miraremos con los ojos de nuestro niño interior, alejando el mal juicio y viendo el acto aislado sin más.
La felicidad nos hace ver el mundo desde una óptica optimista y tolerante, y por tanto, vemos el lado bueno de la gente. Si nos amamos a nosotros mismos, podemos amar a los demás. Si nuestro corazón guarda odio y resentimiento, seremos recelosos y albergaremos sentimientos que a la larga, nos harán más daño.
Algunas citas relacionadas:
“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, (Jesús de Nazaret).
“Si juzgas a una persona, no tienes tiempo para amarla. (Madre Teresa de Calcuta).
“Ponte en lugar de los otros; no pretendas ponerlos por la fuerza a ellos en el tuyo. (Magdalena Delbrêl).
Artículo de Mar Gutiérrez
por fabor a que se refiere Honoré con la frase: el consignador del bien y del mal .
Muchas gracias por tu articulo. Un cordial saludo.
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