Metafísica del entrelazamiento cuántico

Los prestigiosos científicos Roger Penrose (Universidad de Oxford) y Stuart Hameroff (Universidad de Arizona) crearon hace ya más de 20 años la hipótesis de la “Reducción Objetiva Orquestada u Orch OR”, que ha sido revisada y perfeccionada hasta hoy en día. Promulga que la consciencia se deriva de la actividad de las neuronas a escala cuántica, es decir, de procesos de entrelazamiento cuántico biológicamente orquestados en los microtúbulos de las neuronas. Esta actividad conecta los procesos cerebrales a procesos fuera del cerebro. Es decir, que nuestro cerebro está entrelazado con una estructura externa, que de alguna manera es ‘protoconsciente’.

Abundando en ello, los científicos Dirk K.F. Meijer y Hans J.H. Geesink de la Universidad de Groningen (Holanda), apuntan que además de ser un órgano de procesamiento ligado a nuestro organismo, nuestro cerebro está vinculado al resto del universo a nivel cuántico. Esta conexión se daría a través de mecanismos increíbles pero bien establecidos por la teoría cuántica como el entrelazamiento cuántico o el efecto túnel cuántico.

Que la cuántica no es solo física de partículas está demostrado. Ya son muchos los ejemplos de la existencia de entrelazamiento cuántico en procesos biológicos, como por ejemplo en el ADN, en la realización de la fotosíntesis por las plantas o el guiado de las aves migratorias en sus largos viajes (Ver documentos debajo).

Por otro lado hay multitud de pruebas de que procesos cuánticos pueden ser la base física de la TELEPATIA (la cual ha sido seriamente experimentada por el propio autor de Pitia).

Especialmente importante es el tan famoso experimento de la Consciencia Global de la Universidad de Princeton (una de las más prestigiosas del mundo y donde fue profesor el propio Einstein). Revela de forma estrictamente científica una fuerte correlación entre los pensamientos de una gran cantidad de seres humanos, provocados por algún suceso global impactante, siendo ésta tan potente que provoca efectos extraordinarios en dispositivos de base cuántica.

Los resultados son aún más extraordinarios cuando en algunos casos, la influencia sobre las desviaciones se produce ¡momentos antes de que el suceso global haya ocurrido! Esto nos lleva a la conexión de futuro con pasado en la que se basa Pitia, y pone en evidencia que esta acción sobre objetos cuánticos es independiente del tiempo.

¿Conexiones entre personas? Parece por los experimentos que existen. Centrémonos ahora en nuestra pareja de Pitias. La interacción de las partículas entrelazadas de los ejemplares, con los átomos y moléculas de los propios lectores, podría conseguir extender también el entrelazamiento entre éstos. Estas “conexiones” se pueden producir por observaciones realizadas en distintos momentos por cada persona, debido a que el entrelazamiento cuántico es atemporal. En el caso del ejemplar con entrelazamiento interno, la interacción se realiza en la misma persona pero en momentos diferentes de tiempo, pudiendo producir entrelazamiento entre su antes y su después. Esta conexión se realizaría mediante lo que algunos denominan campos cuánticos, pero que científicamente es más correcto denominar funciones de onda de las partículas cuánticas. La forma más directa y fácil de imaginar es que al visualizar los fotones que parten de cada libro, o tocar el papel, se podrían entrelazar con las del observador.